Ocho detenidos en una Operación Policial contra la Izquierda Abertzale

Resultaría vergonzoso en cualquier estado democrático ver en los titulares de prensa que la policía lanza una operación contra el entorno de un movimiento político, pero en el estado español todo vale, vale que los jueces, un poder más del estado, se pongan en huelga, vale cerrar periódicos, precintar centros sociales, ilegalizar partidos políticos, y anunciar con orgullo una “operación policial contra la izquierda abertzale”, al más puro estilo de las acciones de los cuerpos represivos en las dictaduras, así, sin trampa ni cartón.
La propia presencia de Cuerpo Nacional de Policía, en perjuicio de las competencias autonómicas de la Ertzainza, el desplazamiento cual película del FBI del Juez polivalente que nunca termina nada Baltasar Garzón a la capital vizacína para dirigir la operación, la propia extravagancia de las acusaciones: “colaboración con organización ilegalizada”, que en andalú diríamos que se les acusa de tener un tío en Arcalá, la supuesta gravedad del delito, presentar unas listas a unas elecciones, lo que se supone un derecho ciudadano básico.
Democracia 3 Millones es una plataforma reciente e Independiente, Independentista y de la cual forman parte varios antiguos miembros de Batasuna, motivo éste, parece ser, suficiente para impedir que esos 3 millones de ciudadanos vascos abertzales puedan ejercer su derecho a elegir y ser elegidos. En un estado en el que sin vergüenza ni pudor, sin complejo ninguno, se muestra la satisfacción por detener a ciudadanos por delitos de conciencia, donde siguen existiendo presos políticos y éstas acciones de represión son presentadas a la población como ejemplos de funcionamiento del estado de derecho, cabe realmente preguntarse si a esto, en realidad, se le puede llamar democracia.